Según el Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI), la gente lleva utilizando la tecnología UV-C para eliminar los gérmenes desde el siglo XIX.
1801 - Johann Wilhelm Ritter descubrió la luz ultravioleta en el espectro electromagnético.
1877 - El fisiólogo británico Arthur Downes y el científico Thomas P. Blunt descubrieron que la luz ultravioleta puede impedir el crecimiento de los microorganismos.
1882 - El médico y científico Robert Koch descubrió que la tuberculosis estaba causada por la bacteria mycobacterium tuberculosis, que moría al exponerse a la luz solar.
1933 - El científico estadounidense William F. Wells descubrió que las infecciones pueden propagarse a través de partículas en el aire.
1935 - William F. Wells también descubrió que la irradiación germicida ultravioleta (UVGI), también conocida como UV-C, puede inactivar eficazmente los microorganismos transportados por el aire.
1936 - En el Hospital de la Universidad de Duke se utilizó la radiación UV-C de alta intensidad para desinfectar el aire de los quirófanos, y el estudio reveló que las tasas de infección post-operatoria disminuyeron.
1972 - Se descubrió que el movimiento del aire y la ventilación debían tenerse en cuenta en la destrucción de los gérmenes mediante UV-C.
1987 - HoMedics® se fundó en Detroit, MI, y pasaría a utilizar la tecnología UV-C en sus productos de bienestar.
2014 - La Clínica Mayo comenzó a utilizar robots UV-C para limpiar las habitaciones de los pacientes y vio una disminución del 30% en las infecciones bacterianas por C. diff.
2020 - HoMedics® innovó los purificadores de aire de uso personal con tecnología UV-C.
Entonces, ¿cómo elimina los gérmenes la tecnología UV-C? Pues bien, la radiación UV germicida de onda corta transporta la energía necesaria para inactivar microorganismos como los virus y las bacterias al contacto, según ACS Photonics. Dicen que es eficaz porque la energía de la longitud de onda UV-C es absorbida por el ARN y el ADN de la célula del germen, deteniéndolo en su camino. Estas longitudes de onda cortas y energéticas dañan el ácido nucleico, destruyendo el ADN y neutralizando el germen para que no pueda reproducirse. (Vaya.)
¿La moraleja de la historia? Si no quieres que las bacterias y los virus vivan en tu aire libremente, entonces necesitas un purificador de aire que utilice luz UV-C en su proceso de filtración. Recuerda que, aunque la tecnología UV-C funciona de la misma manera en todas las habitaciones, el tamaño de tu habitación determinará el tamaño del purificador de aire que necesitas. Echa un vistazo a nuestra guía de tamaños para saber cuál es el adecuado para ti.
Nuestra guía de tamaños de purificadores de aire se basa en habitaciones con techos de 8 pies. Si tu techo es más alto que 8 pies, la EPA recomienda que estimes tus pies cuadrados teniendo en cuenta esto.
Extra Grande: Hasta 343 pies cuadrados
Grande: Hasta 246 pies cuadrados.
Mediana: Hasta 195 pies cuadrados.
Pequeño: Hasta 170 pies cuadrados.
¡AÑADIDO AL CARRITO CORRECTAMENTE!